CARMELITAS DESCALZAS

 

Asociación Nuestra Señora de Coromoto

Venezuela


 
Santa Teresa de Jesus

Santa Teresa de Jesús   

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 Santa Teresa de Jesús nace el 28 de Marzo de 1.515 en Ávila (Castilla La Vieja – España). Entra al  Carmelo de la Encarnación de Ávila, el 02 de Noviembre de 1.535. Y es allí, que estrechamente vinculado a su proceso espiritual decide  emprender la reforma del Carmelo, fundando en 1.562 lo que fue su primer “palomarcito”: El Monasterio de San José de Ávila.

Teresa, muere en Alba de Tormes (Salamanca) el año de 1.582. Es canonizada por el Papa Gregorio XV en el año de 1.622. Y para el año de 1.970 el Papa Pablo VI la proclama Doctora de la Iglesia.

Considerada "Madre Espiritual", Teresa, es patrona de los escritores católicos desde 1.965. Para el momento de su muerte los monasterios femeninos de la reforma eran diecisiete.

Mujer emprendedora, Teresa asume el reto y el compromiso, desde lo que es y cree, desde lo que puede y desea, de  hacer presente a Dios en un mundo convulsionado. 

Dotada de suficiente capacidad para pensar concientemente, para encontrar el sentido de la vida, disponiendo de una adecuada jerarquía de valores y haciendo uso de ella, Teresa, dará testimonio de su fe, asumiendo con determinación el proyecto que Dios le propone y desde Él y con Él, arriesgará todo para llevarlo acabo.

Como persona inteligente, Teresa conoce sus limitaciones y contrasta sus ideas con personas capaces de aportarle luz o sugerirle otros caminos. Predominantemente práctica, elige las soluciones más realistas en los momentos más comprometidos.

Su riqueza afectiva hace de ella, una mujer pasional, que acertó a amar y que demostraba interés e ilusión por todo. Teresa es espontánea, abierta y franca. Emocionalmente estable, estabilidad que se genera en la puesta en armonía de su persona en relación con Dios y con el entorno. Objetivamente optimista, Teresa es activa, alegre, amistosa, etc., en una palabra humana. Teresa, la mística sabe decir al mundo que “Sólo Dios basta”. Su palabra profética, interpelante es hoy más actual que nunca.

Sin grandes pretensiones, pero desde su verdad, Teresa nos habla de Dios y desde Él de la realidad del hombre, de su grandeza interior, de su dignidad de persona. Desde esa realidad impulsa al hombre a “determinarse”, a vivir desde una opción. Y la opción por excelencia para Teresa es Dios, su relación con Él desde la Oración. Oración que es, momento de encuentro, donde el horizonte de la vida humana se dilata al infinito, como infinito es Dios para emerger a la historia involucrándose, haciendo de la propia vida, la oportunidad que se tiene de manifestar la misericordia de Dios y los criterios de su Reino.